La serigrafía es un sistema de impresión cuyo molde impresor es una malla tensada en un bastidor, la cual está taponada en las zonas no imagen, mientras que las zonas imagen dejan pasar la tinta a través de ella cuando esta se presiona con una racleta o regla de caucho.
Con este sistema se puede imprimir sobre cualquier clase de superficies.
Utiliza tintas muy resistentes y con una amplia gama de colores, por lo que la hace muy atractiva para una amplia gama de utilidades.

Características de las tintas serigráficas

Sus características están condicionadas al tipo de sistema especial de impresión que es la serigrafía.
La tinta utilizada tiene que tener la viscosidad idónea como para que pase a través de la malla soporte cuando la racleta presiona sobre ella.
Dependiendo del soporte a imprimir, así se pueden utilizar unas tintas u otras ya que permite gran versatilidad tanto de soportes como de tintas.
En esencia, lo que distingue una tinta serigráfica de otra no es el pigmento sino los demás componentes que permitan su adhesión a los distintos soportes (plásticos, textiles, metálicos, etc)
Estás tintas tienen mucho más poder cubriente que las demás tintas de impresión, debido a que tienen también mayor cantidad de pigmento.
Los espesores alcanzados por la tinta en los soportes serigráficos son mucho mayores que en los demás sistemas de impresión (hasta 30 micras en serigrafía de capa gruesa; mientras que en offset llegan a 2 micras)

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