Consiste en tratar de equilibrar elementos a través de las páginas; organizar las masas de texto, las ilustraciones, los espacios en blanco, los títulos y las fotografías, procurando encontrar la armonía de las partes con el todo. Podemos resumirlo esencialmente, en el orden y la dirección que retoma la vista cuando apreciamos un documento impreso: Si los elementos aparecen ante nosotros como un verdadero caos gráfico, sencilla-mente se obvia la lectura. Si por el contrario, faltan elementos que unifiquen la armonía del impreso, nos quedará una vaga idea y poco concisa, de lo que deseaba comunicar su emisor.

Diferentes estilos de diagramación o también llamado maquetación
En general, la maquetación tiene dos estilos básicos, simétricos y asimétricos.

Estilo simétrico
El estilo simétrico se asocia con un enfoque tradicional en el que el diseño se estructura alrededor de un eje central.
Este tipo de maquetación data de los primeros libros impresos, que a su vez lo tomaron de los primeros manuscritos de la época medieval. En la actualidad, los diseñadores utilizan este estilo para generar una sensación de tradición, elegancia o dignidad.

Estilo asimétrico
La maquetación asimétrica surge de los movimientos vanguardistas de las décadas de 1920 y 1930, y más en especial en la escuela alemana Bauhaus.

Artistas como Kurt Schwitters y Theo van Doesburg rechazaron el estilo simétrico y experimentaron otro tipo de distribución, basado en un eje centrado intermitente, con el que ellos consideraban que se creaba mayor tensión y dinamismo.

En este estilo, la composición es fundamentalmente en bandera a la izquierda, aunque a veces se ve en bandera a la derecha. Sin embargo, es recomendable mantener la composición bandera a la derecha en pocas líneas, ya que en occidente la dirección de lectura es de izquierda a derecha. Este movimiento vanguardista también rechazaba los adornos y los tipos con remate.

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